Análisis de la retrospectiva de Maruja Mallo en el Museo Reina Sofía

El título de la exposición, «Máscara y compás», sirve como eje hermenéutico para la comprensión de la obra de Mallo. La «máscara» se presenta como una metáfora del yo performativo de la artista, una identidad en constante construcción que desafía las convenciones sociales y artísticas de su tiempo.

Esta exploración identitaria se manifiesta desde sus primeras obras, donde el retrato de la mujer moderna, emancipada y libre, se erige como una declaración de principios. La «máscara» también remite a la subversión de la mirada patriarcal, ofreciendo una cosmovisión femenina que se distancia de la pasividad para abrazar una agencia creativa y social. En la sala de las Verbenas, por ejemplo, se observa una tensión dialéctica entre la representación de la cultura popular y la reinterpretación formal de la modernidad, donde Mallo desestabiliza las jerarquías estéticas.

Por su parte, el «compás» alude a la rigurosidad técnica y la estructuración geométrica que sustentan la aparente espontaneidad de su obra. Lejos de una adscripción simplista al surrealismo, la retrospectiva evidencia la polivalencia de Mallo, que se apropia de diferentes lenguajes —desde el cubismo hasta el realismo mágico— para conformar un estilo propio. El recorrido subraya cómo la artista integró los principios de la proporción y la composición aprendidos en la Academia de San Fernando, aplicando un rigor formal que se convierte en el esqueleto de sus piezas más oníricas y transgresoras. La exposición demuestra que el surrealismo de Mallo no es meramente una estética del inconsciente, sino una forma de indagación consciente sobre la realidad, el mito y la identidad.

La museografía, organizada cronológicamente pero con un énfasis temático, pone de relieve las diferentes etapas de la artista: desde la figuración de sus inicios y la inmersión en el surrealismo de las series Cloacas y campanarios, hasta la exploración de la naturaleza y el cosmogonismo tras su exilio.

La curaduría destaca la dimensión intelectual de Mallo, insertándola en el contexto de las investigaciones y los debates de la vanguardia internacional, pero sin obviar la singularidad de su voz. A través de la exhibición de documentos, fotografías y correspondencia, la muestra también contextualiza la figura de Mallo en su entorno vital y creativo, desvelando su papel como motor de un imaginario colectivo que, hasta hace poco, había sido subsumido en la historiografía oficial dominada por figuras masculinas.

En última instancia, «Maruja Mallo. Máscara y compás» no es solo una retrospectiva de una artista, sino una relectura crítica de la propia historia del arte español del siglo XX. El Reina Sofía, con esta exposición, salda una deuda histórica al reivindicar a Mallo como una figura capital que desafió su tiempo, cuya obra, heterogénea y en constante evolución, trasciende las etiquetas generacionales y estilísticas. La muestra invita al espectador experto a repensar las coordenadas de la modernidad, reconociendo en Mallo a una artista que, con su compás y su máscara, cartografió un universo estético único e inabarcable.

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